Los tres miraban desde la ventana. Fuera se
respiraba un asfixiante aire triste.
La mujer rompió el silencio con un escueto comentario:
“No quiero vivir en un sitio así”.
El hombre que parecía más joven se apresuró a
justificarse:” No pudimos hacer nada para evitarlo, eran demasiados, era una
batalla perdida…”
El otro hombre le escuchó hasta que no pudo
aguantar más y estalló: “No os engañéis, entre todos hemos conseguido esto.
Formamos parte de una sociedad hipócrita, ese tipo de sociedad que hace que las
personas que la forman no demuestren lo
que sienten; que incluso les dicen que está mal sentir según que cosas, cuando
son los sentidos los que nos hacen ser como somos y no seres inertes ante los
estímulos y sentimientos ajenos y propios... Una verdadera sociedad estaría formada por personas
que si tienen que reír ríen, que si hay
que llorar lloran, que si deben luchar luchan; cualquier otra cosa sería
negar a nuestra alma su verdadero sentido.
Equivocamos educación con buenos modales.
Tomamos por aprovechamiento de recursos lo que
es explotación.
Confundimos ser correctos por contenidos.
Erramos al criticar aquello que se sale de la
norma y al no valorar objetivamente la norma que se nos ha impuesto.
Tristemente es la sociedad que me ha tocado
vivir, que nos ha tocado vivir y que entre todos hemos construido. Ahora ¡sentíos
culpables! “
Equivocamos educación con buenos modales.
ResponderEliminarTomamos por aprovechamiento de recursos lo que es explotación.
Confundimos ser correctos por contenidos.
Erramos al criticar aquello que se sale de la norma y al no valorar objetivamente la norma que se nos ha impuesto.
Estas líneas son geniales, Eva. Me dieron mucho que pensar, enhorabuena.
Gracias Miguel!! A ver que sale la próxima vez!!!
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